miércoles, 24 de febrero de 2010

Viaje en tren



Cuando era niño encontré un tren de madera. No llevaba caompana, ni escupía humo, le faltaba una rueda y no llevaba pasajeros...pero aquel tren fue el primer juguete que tuve en mi vida.
En cuanto lo cogí, lo escondí en mi chaqueta por miedo a que su dueño viniese a rescatarlo, y me fuí corriendo a casa con mi tesoro en los brazos.
Lo puse dos días en una caja baja la cama para que mi madre no lo encontrase, y una vez pasado el peligro lo saqué. Le coloqué un botón, robado del costurero de mi madre, a modo de rueda, le hice pasajeros con lana del colchón de mi cama, y le puse algodón en la chimenea a modo de humo...Y viajé

Y viajé, y viaje, y llegué a lugares lejanos montado en mi tren de madera. Conocí en mis viajes a gentes de todos los colores, colores que yo no sabía que existían. Les oí hablar lenguas raras, pero nos entendíamos...y nos reíamos en mi tren de madera.

Un día perdí las maletas, los viajeros se apearon, el carbón se gastó y mi tren dejó de tocar la campana...las vías se llenaron de hierba...y mi tren se murió...

Todo pasó el día de mi funeral.

2 comentarios:

  1. con lo bonita que empezó la historia..
    para un final tan triste..
    :(

    besicos..

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  2. es lo que salió...

    le pediré a las musas que me ayuden la próxima vez...y buscaré un final que te guste...

    Besitos

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